Miniodio: dícese del estado de odio puntual que experimenta un sujeto en algún momento del día. El miniodio es como un recuerdo de tu mente que te dice: “Eh tío, ¿recuerdas que esto lo odias?”. Esto da paso a un importante choque de neuronas y culmina con pensamientos un poco maléficos y algún insulto, a poder ser en voz baja.
Hoy iba por la mierda ciudad de Barcelona y he tenido momentos de miniodio. Aquí algunos ejemplos:
Miniodio a la gente que dice “necesito un café”. Lo que necesitas es un puñetazo en la barriga. Así sí que despertarías, capullo.
Miniodio a la gente que habla con estadísticas pensándose que la gente le escuchará más.
Miniodio a los conductores de autobús. Son los seres más despreciables sobre la faz de la tierra.
Miniodio a la gente que no sabe andar ni hacer cola. Siempre tapándote el paso, sudando de tu cara, porque claro, no eres tan guay como ellos.
Resumiendo, me parece que miniodio Barcelona.
El 64% de los conductores de autobús no sabe hacer cola en el FNAC y 2 de cada 5 personas se para en la acera sin dejar pasar al resto, y dicho esto me voy a hacer un capuccino que me estoy durmiendo y NECESITO un café
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