Hay muchas cosas que me tocan los cojones, que me cabrean en cuestión de segundos. Se llaman miniodios y cuando te pillan le vaciarías el cargador de una 9 milímetros en la rodilla de algún ser despreciable. Llevo unos días miniodiando cosas. Aquí una pequeña muestra:
Miniodio a los adolescentes que llevan camisetas de equipos de básquet. ¿Pero qué hacéis imbéciles? Estamos en medio de diciembre y tú con una puta camiseta de mierda de los Lakers. Ojalá te congeles cabrón.
Miniodio a los directores de cine que hacen películas sobre enfermedades para ganar premios y pasta. Véase la reciente película protagonizada por Maragall “Bicicleta, Cuchara, Manzana” del impostor Carles Bosch.
Miniodio el Windows Vista. Lento, ineficaz, no-intuitivo, bicicleta, manzana, cuchara.
Miniodio a los paquistaníes que venden rosas. No quiero una puta rosa, joder, solo quiero follarme a la chica que tengo al lado.
Miniodio el transporte público. Ves a adolescentes con camisetas de básquet, anuncios de películas de enfermedades, paquistaníes con rosas y va más lento que el puto Windows Vista.
Yo tampoco quiero una rosa, solo quiero follarme al tio que tengo al lado!
ResponderEliminar