Rajar X Rajar = La hostia

Ya hace unos días que “Epi y Blasfemo” arrancó. De hecho, el pasado día 6 de octubre se celebró el primer mes del blog. Un mes en el que ha habido de todo: Pollémons, Capullos, Rajadas, Miniodios. Pero todo con un mismo propósito: hacer que leas lo que piensas pero con esta “rigurosidad” que tan especial hace el blog. Muchos pensaréis que es muy fácil rajar por rajar. Sí, es muy fácil, yo os invito a hacerlo. Es más, me sorprende que no haya más blogs, programas, noticias, de rajadas puras. Me sorprende que no corran por ahí aquellas rajadas que cuando las escribes, lees, oyes o ves, te vas a dormir tranquilo cual niño pequeño.

El mundo iría mucho mejor si todos pudiésemos rajar de lo que nos diese la gana. “Ahora me cebo con los musulmanes”, “Hoy toca criticar a los comunistas”, “Me cago en los ciegos”, etc. Pero no. Siempre habrá alguien dispuesto a dar por culo. A decir: “Tu opinión es de lo más simple. Rajas por rajar, sin fundamento y con mucha demagogia”. “Sí, ¿y qué? Tú eres un hijo de puta”. Y ya está señores. La opinión no es para los más letrados, para los que tienen cuatro carreras y dominan veinte idiomas. La opinión es de todos y para todos. Si yo quiero rajar de tu madre lo hago, como tú estás en tu pleno derecho para responderme u opinar sobre la mía. Qué más da que no tengas conocimiento de lo que criticas. ¿A caso sirve de algo? Señores, criticar por criticar, sin conocer, es la puta leche.

Desde “Epi y Blasfemo” os animo a criticar. A rajar. Sea contra este blog o contra los putos talibanes. Me la suda. ¡Pero rajad! No os dejéis intimidar por un tío con 300 de coeficiente intelectual que dice que tu opinión no vale. Es un ser humano como todos nosotros. Y seguramente es un pedófilo. O no, pero que le den.

O sea que, ánimo gente. ¡A rajar se ha dicho! Para lo que os queda en el convento...